Artesana: Gary González.
Región: Guajira.
Las técnicas detalladas con que son elaborados estos sombreros hacen que parezcan estar hechos con máquinas industriales, pero realmente esta perfección se debe a la agilidad, la destreza manual, la dedicación y al amor que viene de las manos de quienes trazan cada cintilla. Elaborados con la fibra de la palma mawisa, que crece en la serranía de la Makuira- Esta palma es transformada en cintillas o hilos planos que son tejidos a mano. Para cada sombrero se necesitan 72 cintillas de un metro de largo y luego se le añaden 144 cintillas de 45 cm que son las que hacen parte de los lados más anchos”,